Capítulo 23 - El vestido

Después de bajar las escaleras, Iglesia Guía a Amy hacia unas puertas dobles en el segundo piso del edificio. Maúlla. Un sonido tenue. Y luego se aleja.

Amy frunce el ceño por lo anormal de la situación. Tal como dijo Jace, el felino la había guiado sin problemas hacia lo que suponía era el estudio de Isabelle.

Sin embargo, sin darle muchas más vueltas, entra en la habitación:

- ¿Isabelle? – dice cuando no visualiza a la chica por ninguna parte.

- ¡Voy! – se escucha al fondo de la habitación, tras una puerta.

Amy observa el cuarto lleno de armarios con un montón de ropa de toda clase y los nervios le atacan. Comienza a preocuparse un poco:

Jace había dicho que su hermana tenía un estilo que podía resultar abrumador…

Dos minutos más tarde, Isabelle, sonriendo, entra a la habitación por la puerta desde donde minutos antes provenía su voz.

- Así que por fin decidiste hacer acto de presencia… - dice mientras se acerca.

Amy sonríe de vuelta, con una disculpa escrita en su rostro.

- Lo siento, se nos fue el tiempo volando mientras conversábamos… - responde.

- Ya veo – dice Isabelle, y seguido: – Bueno, no pueden culparme si llegas tarde al evento. Les dije que les daba unos minutos y se tomaron casi una hora completa.

La chica hace una pausa y observa a Amy con una mirada intensa:

– Supongo que tenían mucho de lo qué conversar…

Amy se cohíbe un poco:

- Uh… sí. Teníamos… varias cosas qué hablar – responde a la suposición de Isabelle – No sé si te diste cuenta, pero el ambiente estaba un poco tenso allá abajo, en la sala…

Isabelle se echa a reír.

- Si alguien no se dio cuenta es porque está ciego, y créeme cuando te digo que ninguno de nosotros lo está. Pero oye, está bien - otra pausa – bueno, no. No lo está. Pero pudo haber sido peor… te lo digo por experiencia.

- Si estás intentando hacerme sentir mejor, no lo estás logrando – contesta Amy a las palabras de Izzy.

- Jajaja lo siento, lo siento. No es mi intención hacerte sentir mal ni mucho menos… Pero es cierto. Pudo ser peor. No sabes la cantidad de tiempo que estuvieron enfadados conmigo por traer a un m... – De repente Isabelle se corta, y enseguida corrige – a mi novio a casa.

Amy nota la pausa de Izzy.

Sin embargo, esta no da tiempo a comentar nada al respecto:

- Pero bueno, eso ya es agua pasada. Sé bienvenida a… mi pequeño estudio personal… - dice alzando las manos, mostrando el lugar – No es la gran cosa, pero por hoy nos podemos defender con lo que tengo aquí.

- No es la gran cosa? – dice Amy de vuelta – solo este cuarto es más grande que mi casa.

Isabelle alza una ceja:

- Pues sí que vives en una casa pequeña entonces…

- Ni te imaginas – responde Amy con una sonrisa, sin intenciones de decirle que su casa es una tienda de acampar.

A medida que la conversación fluye, Isabelle no le quita mirada de encima a Amy. Continúa analizándola. Le causa curiosidad el por qué su hermano la ha traído a casa, a pesar de ser quien es.

Jace simplemente le había dicho que iba a traer a una chica especial, le pidió que no mencionara nada, que era un “caso especial”, tal como Simon en su momento y le dijo que él luego le explicaría.

Isabel había pensado que era una mundana común y corriente. Lo cual le sorprendió. Las mundanas no eran del interés de Jace normalmente, a menos que fuese para un acostón de una noche, pero, a lo que escuchó su apellido más temprano, puedo entender que lo de “caso especial” se refería a otra cosa.

- Sabes – dice luego de cavilar por unos segundos – creo que has causado una impresión fuerte en Jace. De otra manera no te hubiese invitado a venir…

- ¿Ah sí? – dice Amy frunciendo el ceño.

- Ajá – contesta Izzy.

– Digamos que… en esta familia son un poco recelosos con las personas del exterior…

- ¿Personas del exterior?

- Sí – responde Izzy – ya sabes… mmm… fuera de… nuestro círculo familiar…

- Ya… - dice Amy, aun confundida por las palabras de la morena.

- Sobre todo Jace. Usualmente no suele confiar en nadie de buenas a primeras.

- ¿Por lo de sus padres?... me dijo que los asesinaron.

Isabelle continúa con su mirada fija en Amy. No sabe qué tanto le habrá contado Jace, y no quiere irse de bocas. Pero necesita investigar por su parte a la pelirroja. Aunque por lo que ve a simple vista, parece que la chica no sabe gran cosa, ni de ellos ni de ella misma.

- Sí. Exactamente por eso.

- Supongo que debió ser muy difícil para él en un principio.

- Ni que lo digas… Se llevaba fatal con nosotros… aunque poco a poco fue abriendo su corazón... – pausa – Tú debes ser alguien especial… ¿Dónde dices que se conocieron?

Amy sonríe.

- Realmente no lo he dicho. Nos conocimos en el bar donde trabaja.

Isabelle frunce el ceño, en principio sin entender a qué bar se refiere Amy, pero luego cae en cuenta.

- Oh – Sonríe. Aguas Aledañas, el bar que estaban investigando hace unas semanas atrás mientras rastreaban a un demonio Shax. Aunque ese asunto ya está zanjado, no han vuelto a ese bar en semanas - ¿En serio? ¿en ese cuchitril? – pregunta.

Amy frunce el ceño.

- ¿Cuchitril?... A mí me pareció un buen lugar… - dice.

Isabel se ríe.

- Yo no volvería allí si fuese tú.

- ¿Por qué?

- A veces las cosas que ven nuestros ojos no son lo que parecen, Amy – responde Isabelle, con seriedad - No es un buen sitio. Así que es mejor que te mantengas alejada. Y, conociendo a Jace como le conozco, supongo que ya él mismo te lo ha dicho antes.

Amy se mantiene en silencio, recordando cómo Jace le dijo que no quería que la visitara en su trabajo. Al parecer esta familia era bastante paranoica.

- Pero bueno – dice Isabelle volviendo a sonreír, dejando atrás la seriedad de hace unos segundos – basta de chácharas, Amy Fairchild… ¿Estás lista para un cambio de look? Porque para eso es que has venido, ¿no?

Amy tarda en reaccionar por su cambio repentino de humor, pero luego sonríe.

- Jeje... Supongo que sí.

Y después de decir aquello, Izzy le hace señas para que le siga.

- ¿Sabes?... pese a todo, de verdad me alegra que Jace te haya traído al instituto – continúa.

- ¿Pese a todo?

– Es terrible vivir en esta casa, rodeada de tanta testosterona... sobre todo cuando mi madre tiene que viajar por asuntos de… trabajo. Tenerte, aunque sea un día, es un alivio para mí – Izzy continúa hablando, ignorando la pregunta de Amy.

Luego señala una silla:

- Vamos, siéntate allí y deja todo en mis manos… Quedarás estupenda para esta noche…

- De acuerdo…

Amy se sienta y observa a Isabelle mientras ésta prepara todo para comenzar.

Y en ese momento se le viene una pregunta a la mente, algo que le ha estado molestando desde temprano:

- Izzy… ¿Puedo preguntarte algo?

Isabelle la observa de vuelta.

- ¿El qué? – responde esta tranquilamente, aunque internamente sus sentidos se ponen en alerta.

- ¿De verdad no hay nada malo con mi apellido?... Todos lo han mencionado tanto hoy que me estoy empezando a preocupar.

Ante aquella pregunta, Izzy le lanza una media sonrisa.

- ¿Con tu apellido? ¿Por qué habría algo malo con él?... ¿Lo dices porque nos sorprendió al escucharlo más temprano?

- Sí, en parte…

- Jajaja Amy, no hagas un océano de un charco de agua. No hay nada malo con tu apellido. De verdad… Solo es… curioso que tengas uno compuesto como el nuestro. Nada más.

- Bueno. Disculpa que te lo diga – dice Amy – Pero no les creo mucho. Desde que llegué no han dejado de hacer énfasis en él. Lo han mencionado tanto, que temo que mis ancestros estén por salir de sus tumbas a reclamar…

Isabelle se ríe y toma el estuche de sombras:

- Espero que no. Eso sería un gran problema – dice en tono jocoso, pero Amy no está de humor para bromas e Isabelle se da cuenta – A ver, Amy… sé que no nos conocemos, pero confía en mí. No hay nada malo con tu apellido. Solo es curioso y ya está. Estoy segura que Jace te ha dicho lo mismo. Ahora, comenzaré a maquillarte, así que quédate quieta y no me des problemas.

Y dicho aquello, se inclina hacia Amy y comienza con la labor.

- Déjame decirte que tienes una tez muy linda. Quedarás estupenda con lo que sea que te pongas, y ni siquiera Magnus, el rey del glitter, tendrá algo qué criticar…

- Magnus…

- El novio de Alec.

- Oh sí. Jace lo mencionó antes… No puedo creer que ese chico odioso tenga pareja…

- jajaja lo creas o no, así es. Aunque, si te soy sincera, también fue una sorpresa para nosotros – dice Isabelle – Magnus, a parte de Jace, es el único que le hace sacar su lado amable… A pesar de que son como el agua y el aceite…

- No puedo imaginarme cómo es ese tal Magnus…

- Oh, seguro que lo conocerás más tarde.

- Ah, ¿sí?

- Jace me pidió que fuese a… apoyarte, y estoy segura que hará lo mismo con Alec.

- Pero, no le caigo nada bien…

- A Alec nadie le cae bien… pero haría cualquier cosa por Jace. Así que, aunque le caigas mal, si Jace se lo pide, irá. Jace y Alec son más que hermanos. Son… Amigos del alma. Hipotéticamente hablando, si estuviésemos en guerra, el uno moriría por el otro y viceversa…

Izzy hace una pausa.

- Además… Magnus no se perdería un evento por nada en el mundo. Le encantan las fiestas…

- Supongo…

- Por cierto – continúa Isabelle – también llevaré a mi pareja. Espero que no te moleste…

- Oh, no… está bien – “solo espero que no sea otro rarito más”, piensa para sí.

Y cuando está pensando aquello, Isabelle aleja la brocha con la que le estaba maquillando, y con un fijador da por concluido con el maquillaje:

- Pues ya ha quedado. Ahora ha llegado el tiempo de probarte la ropa…

----------

Unos minutos más tardes Amy sale del baño al final de la habitación con el primer cambio de ropa que la morena le ha dado para probar...

- Oh wow… Bieeen… ¿Qué te parece? – dice Izzy, emocionada, apenas Amy sale del baño.

- ¿Sinceramente? – responde la pelirroja, mientras se termina de acercar a Isabelle – Me siento como una prostituta barata que acaba de salir de una jornada.

- Me hace recordar al vestido que me hicieron usar no hace mucho tiempo para-

Izzy frunce el ceño y la interrumpe:

- ¡Oye!... yo uso vestidos más ajustados y destapados que ese… y no soy ninguna prostituta. Un poco más de respeto. Estoy intentando mantener tu… estilo… recatado – “y aburrido”, piensa – Así que no te quejes. Además, Jace y muchos otros no opinarían lo mismo. Te ves espectacular.

- Lo siento, no quería ofenderte – dice Amy – simplemente no me siento cómoda con esto. ¿No tienes algo un poco menos ajustado, largo y más formal?

Izzy alza una ceja.

- De acuerdo… Creo que la segunda prenda podría funcionar mejor. Aunque en serio te digo que el negro te hace lucir como una diosa. Aunque eso no es de extrañar – “A todos nosotros nos sienta mejor el negro…”, termina la frase en sus pensamientos.

- ¿Una diosa?... más bien como una presentadora…

Isabelle rueda los ojos. “Esta chica…”, piensa.

- Va. Te probaré otro, pero intenta ser un poco más abierta de mente, ¿quieres? Confía en mi para esto.

Y dicho aquello, saca otra prenda y se la entrega a Amy.

- Vamos, ve a cambiarte, que te quiero ver con esto.

- ¿Satín? – dice Amy observando el trozo de tela en sus manos.

- Dijiste algo formal… y este vestido es un poco más largo… - “y aburrido”, vuelve a pensar.

----------

Luego de unos minutos, Amy sale utilizando la siguiente prenda que Isabelle ha elegido para ella.

- mmmm… vale – dice Isabelle – aunque este es bastante simple, creo que te queda bien. Sin embargo, no estoy segura de que sea el adecuado para tu evento. ¿Qué te parece a ti?

- Pues… no está mal…

- ¿Pero?

- Siento que todavía está demasiado ajustado.

Isabelle alza una ceja.

- Amy. ¡No voy a hacer que luzcas como una mojigata! Tienes una figura estupenda. Aprende a mostrar un poco de piel sin avergonzarte. El satín suele arropar cada parte de tu cuerpo para resaltarlo, ¡es su propósito!... Ahora bien, no es la mejor elección, eso lo acepto, pero no porque esté ajustado. En serio… mis jefes te comerían viva…

- De acuerdo, lo siento, simplemente no estoy acostumbrada… - dice Amy levantando sus manos en forma de rendición - ¿Puedo probarme algo más?

Isabelle suspira y sonríe.

- Eres imposible. De verdad. Pero claro que puedes probarte algo más.

Isabelle se voltea y se dirige al armario, buscando.

- De hecho, creo que tengo el vestido perfecto para no ofender tu estilo recatado, pero dándole un poco de sensualidad… Es un vestido que hice hace ya un tiempo y no le había conseguido uso ya que no es mi estilo.

Izzy se acerca nuevamente a Amy y le entrega el vestido nuevo:

- Pruébalo – dice ya con poca paciencia.

- De acuerdo… - contesta ésta con una sonrisa en su rostro, mientras toma la prenda en sus manos.

“Creo que le estoy dando demasiado jaleo”, piensa.

Y después de unos minutos, sale del baño con la tercera prenda sobre sí:

- Oh, wow… Por el ángel, Amy… te ves hermosa… - dice Isabelle enseguida.

Amy abre su boca para hablar, pero Izzy la detiene.

- No. Antes de que digas nada te diré que no. No pienso buscar nada más. ¡Te ves preciosa!

- No iba a pedir otro. Me gusta. Aunque sigue siendo un poco abierto.

- ¡Amy! ¡Por Raziel y todos los ángeles en el cielo!... en serio es cierto lo que dicen de que la vida en el campo te puede volver santurrona. Mírame bien. ¡Eres estupenda! Y ese vestido te queda sensacional. Así que estoy segura que, además de deslumbrarlos con tu música, los deslumbrarás con tu belleza. ¡No me digas que no he hecho un buen trabajo!

Amy sonríe.

- Bueno, espero que tengas razón, aunque prefiero deslumbrarlos únicamente con mi música… es para eso que es el evento.

Izzy rueda los ojos.

- Tocarás estupendo, pero una buena vista alegra a cualquiera.

- Solo espero que no me dé mucho frío. Está helado allá afuera.

- jaja, con ninguna de las prendas de esta habitación tendrás que preocuparte por eso… Todas las telas con las que trabajo aquí tienen… una aleación especial. Y son de las mejores. – dice Isabelle – Además, aunque fuesen telas comunes y corrientes, mientras te mantengas dentro del edificio no debería de pasar nada.

Isabelle corta lo que está diciendo y con una sonrisa de emoción continúa:

- No puedo esperar a que Jace te vea con ese vestido. Estoy segura de que su quijada llegará al piso.

Luego señala hacia la cámara a un lado de ellas:

- Tengo que ir a cambiarme yo también, pero si gustas… primero deberíamos tomarte algunas fotos. ¿Qué dices?

- De acuerdo… – responde Amy con una sonrisa nerviosa – me encantaría.

Ya se acerca la hora del espectáculo… Amy está muy nerviosa, pero al menos puede decir que la hermana de Jace le ha parecido una chica muy maja….

---------- FIN ----------