Capítulo 22 - Mundana

https://www.youtube.com/watch?v=SNUemzpRca8 (Pueden escuchar esta música para la primera parte de este capítulo. Es lo que estará escuchando el personaje en las primeras imágenes)

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La música retumba por todo el lugar, y al compás de la música se escucha un ruido seco de golpes. 🎵 🎶

Alec golpea una y otra vez el saco de entrenamientos. Su rutina habitual, y luego de que Jace le haya dado ese plantón en la sala, una buena forma de drenar... No puede creer que sea más importante para él una mundana que la misión en la que han estado ya semanas involucrados...

*sonido de puerta abriéndose *

- ...

🎵 🎶....

- ...

- … A quien sea que te estás imaginando la está pasando realmente muy mal – dice Jace relajado después de unos minutos de observar a Alec en silencio – … Espero que ese alguien no sea yo.

Alec ve a Jace a través del espejo y se detiene.

- Así que por fin has decidido dejar de jugar con la mundana – dice en tono despectivo, volteando hacia el otro.

Jace frunce el ceño ante el comentario de su hermano. “Mundana, mundana, mundana… ¿siempre han usado tanto esa palabra?... ahora le resulta molesta, por lo menos para usarla con Amy…”

- No te haría daño ser un poco más cortes con las personas que apenas y conoces, Alec – responde mientras baja las escaleras, acercándose a la zona de armarios y percheros.

- ¿Qué era lo que me querías contar? – continúa diciendo, mientras se quita el abrigo que carga, para dejarlo en el perchero.

Pero Alec bufa y, terminando de soltar el saco, se coloca él de brazos cruzados mientras observa al rubio quitarse el abrigo:

- ¿Qué mosca te ha picado para que hayas decidido traer a una mundana al instituto, Jace? ¿Se te zafó un tornillo de la cabeza la última vez que fuimos a Idris? – pregunta en lugar de responder.

- Ya deja de llamarla así. Estás actuando como un idiota... Incluso Robert y Maryse respondieron mejor a su presencia.

- ¿Por qué tendría que dejar de llamarla así? Es lo que es, ¿no?... Jace, ¿Por qué trajiste a una mundana al instituto? - repite.

Jace rueda los ojos y camina hacia la zona de armamentos, al otro lado de la sala. Alec siguiéndole con la mirada.

- Eres un dolor en el culo cuando lo deseas – comenta Jace a mitad de camino.

Al llegar a la mesa toma una daga entre sus manos, meditando cómo abordar la conversación con Alec. Quizá mientras entrenan…

Alec se acerca:

- Y bien… - presiona.

Jace suspira y dice:

- Amy necesitaba ayuda con un vestido así que le pedí a Isabelle que-

- ¡Y una mierda! – Le corta Alec con una mueca.

Luego se acerca a Jace y con un gesto de atención le reclama:

- Sabes muy bien que traer a una mundana al instituto va en contra de las reglas de la clave, Jace, a menos que la quieras ascender.

Jace se mantiene en silencio.

- Espera… ¿Es eso lo que pretendes? ¿Ascenderla?

El rubio suspira ante las suposiciones de su hermano. Al parecer todos llegan a la misma conclusión.

- No, Alec, eso no será necesario – dice.

Sin embargo, Alec le interrumpe:

- ¿Hace cuánto la conoces para que incluso estés pensando en ascenderla?

“De acuerdo…. Quizá involucrar armas punzantes no sea buena idea contra su cabreo actual…”, piensa, dejando la daga en la mesa y se da la vuelta, e intenta nuevamente hablar:

- Alec…

Pero el chico vuelve a interrumpirle:

- Sé que eres una persona impulsiva, Jace. Lo sé. No sé cuántas veces te he tenido que salvar el culo por ello, pero acostarte con una mundana no da pie a que la quieras ascender. ¡Lo sabes!

- ...

- Y ¿Por qué no me habías dicho nada?... Incluso le dijiste a Isabelle antes que a mí.

- ...

- ¿Es eso lo que te molesta?, ¿Qué la haya traído aquí sin decirte nada? – dice por fin Jace, cuando Alec termina de hablar.

Alec le observa, con el ceño fruncido, pero no contesta.

Jace le mira de vuelta, suspira y acercándosele, coloca una mano sobre su hombro.

- Alec, somos Parabatais… - dice - Si no te lo he dicho antes, ha sido por tu propio bien.

- No uses nuestro juramento para excusarte, Jace… Llevas semanas evadiéndome, evadiendo tus responsabilidades e incluso nuestra misión – Responde Alec mirándole directamente a los ojos, molesto por las recientes palabras del rubio.

Jace quita su mano del hombro de Alec, enderezándose y Alec continúa:

- Llevo semanas tapándote el culo en las rondas nocturnas, a pesar que últimamente la actividad demoníaca ha ido en aumento, ¿Y todo por qué? ¿por una mundana desamparada?...

- Pensé que habías conseguido una pista grande y andabas tras ella, no tras las faldas de una estúpida mundana.

Jace puede sentir que Alec está cada vez más molesto, así que opta por responder:

- De acuerdo, de acuerdo… - alzando ambas manos al aire – para ya de darme por culo.

Jace suspira una vez más y se aleja de Alec, colocando cierta distancia entre ambos, pensativo.

Alec le observa, y luego se acerca un poco.

Después de unos minutos de silencio, Jace al fin comienza a hablar:

- Amy no es lo que parece – dice aún de espaldas al pelinegro – Es por eso que no les había dicho nada…

- Es por eso que no te había dicho nada – sube la mirada para encontrarla con la de Alec a través del espejo.

Alec frunce el ceño.

- ¿No es lo que parece?, ¿A qué te refieres?

Jace se voltea y le da la cara al otro chico, mirándole con atención. Sabe que Alec es un adicto a las reglas, y que lo que está a punto de decir lo va a hacer enojar aún más. Esa era una de las razones por la que no le había dicho nada hasta el momento. A él, su Parabatai, la persona con la que comparte parte de su alma a través de un vínculo de guerreros, la persona con la que menos debería tener secretos… ¿La otra razón?: Precaución. Antes de decir nada o traerla a “casa”, tenía que estar seguro de que Amy no fuese una amenaza.

- Amy parece una mundana cualquiera, pero no lo es – dice.

- ¿Ah no? – pregunta Alec, sin entender a lo que quiere llegar Jace – A mí me ha parecido bastante mundana… incluso más mundana de lo que me parece Simon, y eso es decir mucho…

Ante el comentario de Alec, Jace suelta una carcajada por lo bajo: Simon (Se pronuncia Saimon). El novio de Isabelle. La persona más mundana que podrían conocer… por lo menos hasta que conoció a Amy.

Aún no entiende cómo es que su fiera hermana se enamoró de él, al punto de solicitarle a la clave su ascensión. Bueno, tampoco es que tuviese más opción. Estaba demasiado involucrado, así que era eso o tener un lavado cerebral permanente para que olvidara el mundo de las sombras y a Isabelle en el proceso. Era lo mejor en ese caso. En fin… Espera que el pobre chico sobreviva a la ceremonia, por el bien de su hermana.

- Si bueno, no lo es…

Jace deja de sonreír, su rostro se ensombrece.

- De hecho… - dice, y hace una pausa – es una Fairchild… - observa a Alec – y te hubieses enterado por ella misma si no hubieses sido un idiota en presentarte.

Jace dice aquello y luego se aleja nuevamente de Alec, esta vez para sentarse en uno de los muebles de la habitación, aunque, mientras camina continúa hablando:

- Tiene la mala costumbre de decirle su apellido a cualquiera al que se presenta…

Sin embargo, al escuchar el apellido de Amy, Alec se queda como piedra, tornándose su rostro del color del papel.

- ¿Qué?

Jace se sienta, ignorando a su hermano, mientras continúa refunfuñando para sí:

- al parecer nadie le enseñó la palabra precaución cuando era una niña, incluso siendo quien es…

Alec sale de su asombro y se acerca a Jace con rapidez.

- Espera un momento – dice, aun intentando procesar lo que Jace dice - ¿Qué es lo que acabas de decir?

- Que Amy es una de nosotros… - dice ya sin rodeos - más específicamente, una Fairchild…

Alec ve a Jace, entrecerrando los ojos, buscando en la mirada de Jace su tono de broma usual ante semejante estupidez, ante lo imposible que suena aquello, pero se da cuenta que no hay una pizca de broma en lo que acaba de decir, y luego de unos segundos decide preguntar:

- ¿Cómo estás tan seguro de que lo es?

- Bueno, ella está bastante segura de ello, y dice que sus padres estaban muy orgullosos de su apellido.

- Y te fías de ella porque…

- Porque llevo meses conociéndola, Alec, y no he encontrado razones para que mienta – responde Jace sin dudar.

Jace se encoge de hombros y se echa hacia atrás, recostándose en el sillón, de manera casual.

- Además, tiene la marca – Añade –… Se la he visto.

- …

- Oye, no. No es lo que piensas… – dice Jace ante el gesto de Alec, pero luego: - Bueno sí, pero… no fue necesario llevarla a la cama para descubrir su marca… No repara en esconderla de ninguna manera…

- De hecho, no estoy seguro de si siquiera sabe que la tiene... – continúa Jace.

- ¿Cómo es posible que no lo sepa? – pregunta el otro.

Jace observa a Alec.

- Por alguna extraña razón, Amy no tiene la visión. No ve a través del glamour, así que puede que ni siquiera sepa que tiene la marca en su espalda.

Alec ve a Jace mientras procesa la información. Luego se da la vuelta alejándose de él, acercándose a la estatua del ángel.

- A ver si lo entiendo – dice después de unos minutos.

- ¿Me estás diciendo que llevas meses… no días, ¡meses!... conociendo a una supuesta Fairchild, aunque a esa Fairchild extrañamente le hace falta la visión, cosa que es casi imposible para uno de nosotros, y ahora, después de todo ese tiempo escondiéndolo, es que has decidido hacérnoslo saber?... y no solo eso, si no que has decidido traerla aquí, al instituto, en contra de las reglas de la clave, como si nada…

- Sí Alec, eso es exactamente lo que estoy diciendo: Amy es una Fairchild, de hecho, es la última Fairchild en la faz de la tierra de acuerdo a lo que sabemos y lo que ella misma me ha contado. Y sí, la he traído al instituto después de haberla conocido hace ya un par de meses.

- ¡Por Raziel, Jace!, ¿Acaso te has vuelto completamente loco?... – dice Alec mientras se acerca nuevamente hacia donde se encuentra Jace.

- Sabes tan bien como yo, e incluso más, que la clave ha estado buscando el paradero de los Fairchild desde hace años para ejecutarlos por alta traición.

- Lo sé Alec, no me lo tienes que recordar. Yo soy el causante de ello.

- Si lo sabes, ¿Cómo es que ahora de repente te encuentras con una, lo ocultas por meses y luego la traes como si nada al instituto?

- …

- ¿Eres consciente del lío en el que nos puedes meter a todos solo por el hecho de conversar con ella? ¡Tendrías que haberla reportado a la clave en seguida la consiguieras, Jace!

Jace suspira, se levanta y se acerca a Alec, cansado ya de la cantaleta.

- ¿Podrías relajarte un poco y dejar el griterío innecesario que tienes? – Dice en tono molesto, dando gracias al cielo que las paredes son lo suficientemente gruesas y que el instituto es lo suficientemente grande para que no se escuche la conversación fuera de la sala.

– Sabes más que nadie que yo sería incapaz de traer a alguien al instituto que amenace TÚ seguridad y la de los demás. Si la he traído al instituto es porque sé que no lo hará. Créeme, lo estuve meditando por un largo tiempo antes de hacerlo.

- Entonces explícame por qué, Jace, porque no lo entiendo. ¿Por qué la has ocultado todo este tiempo? ¿Por qué la has traído al instituto sin informarnos antes? ¿Por qué no me habías dicho nada? A mí, tu Parabatai, la persona en la que se supone que más debes confiar…

- …

- ¿La has traído para entregarla a la clave? – pregunta Alec, mirándole fijamente.

Y, ante aquella pregunta Jace enseguida responde:

- ¿Qué? ¡No!... No, para nada.

- ¿Cómo es que no? Jace, sus padres fueron culpables de tu secuestro. De todo lo que te pasó. Tú más que nadie deberías desear su ejecución.

- Amy no tiene por qué pagar por el error de sus padres. Además… No estoy tan seguro de que sus padres realmente hayan tenido algo que ver con lo que me pasó.

- ¿Y además estás dudando de la clave? De verdad que has perdido no uno, si no miles de tornillos – Alec suelta una risa burlona - ¿Cómo explicas entonces que hayan huido y desaparecido el mismo día que te encontraron?

- No lo sé Alec, no lo sé, ¿de acuerdo?, pero, aunque mis recuerdos de aquella época sean borrosos puedo asegurarte que no recuerdo haber visto a nadie más a parte de Alaric en todo ese tiempo. La clave solo hizo suposiciones por su parentesco.

Alec observa a Jace con seriedad, y luego de unos segundos de intercambios de miradas, asiente con un suspiro:

- De acuerdo… si no la has traído para entregarla a la clave, al menos necesito que me expliques la verdadera razón.

Jace abre la boca para hablar, pero Alec le detiene un momento.

- Y no me vengas con el cuento de que necesitaba ayuda. Te conozco más que a la palma de mi mano y, tomando en cuenta quién es, no la traerías si no fuese necesario.

Jace sonríe ante el comentario de Alec y, cruzando de brazos, responde:

- Me hieres. Eso no era lo que iba a decir…

Pero Alec no está de humor, por lo que, dejando a un lado sus bromas habituales y borrando todo atisbo de la sonrisa anterior, luego dice, con seriedad:

- Desde hace algunas semanas me han estado siguiendo…

---------- Fin del capítulo 22 ----------

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