Capítulo 14 - Ciao

Comienza el invierno y con ello las lluvias, porque al parecer en Valley no nieva, pero sí caen aguaceros…

- ¿En serio? No podía ser nieve, claro que no…. tenía que ser lluvia… aunque pensándolo bien, mejor mojarse que pasar frío…

Pero la lluvia no impide que Amy se ocupe de sus plantas.

Necesita los simoleones, así que pese a mojarse, se pone a quitar los hierbajos de la zona mientras tararea una canción.

Y en esto consiste su rutina por varios días….

En eso, en irse a trabajar…

y en recibir unas cuantas llamadas…

La chica ha estado muy solicitada, pero entre el trabajo y las cosechas para obtener dinero, a Amy no le queda mucho tiempo, así que ha tenido que rechazar cada una de ellas, incluidas las de Jace.

Lo peor es que, últimamente, regresa a casa súper estresada. Han sido unos días bastante duros en el trabajo.

Aunque, luego de una buena siesta, los ánimos siempre mejoran… trayendo consigo un montón de deseos.

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Una cosa para lo que sí tiene que tener tiempo sí o sí, es para conseguir un nuevo nivel en la aspiración de genio musical, y para ello tiene que estar inspirada, así que, cuando encuentra un rato sin tanta lluvia, se pone a mirar las nubes el rato suficiente para inspirarse y practicar.

Y después de unas cuantas horas de práctica, aparte de mejorar su habilidad con las cuerdas del violín, consigue llegar al segundo nivel de su aspiración.

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Los días siguientes pasan bastante igual. Recogiendo por aquí…

Limpiando por acá…

Y una que otra torpeza en el camino…

Pero todo ese trabajo duro hace que avance bastante en su habilidad de jardinería.

E incluso ahora es capaz de evolucionar plantitas.

Algo que viene muy bien para conseguir mucho más dinero.

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Una tarde, la jefa de Amy le pide ir a checar un lugar como recado de trabajo, así que, primeramente, se va a arreglar en el gimnasio, como ya es costumbre.

Y luego se acerca al sitio. Un restaurante bastante bonito.

Con las lluvias de su zona, Amy olvida que hay otros sitios en los que en estas fechas sí que nieva, así que, aunque llega abrigada, no llega abrigada para tanto frío… Sus pobres pies sufrirán un poco las bajas temperaturas.

Pero a ella no le importa mucho. Adora ver la nieve caer.

Amy camina a la entrada del restaurante y en la puerta recibe un mensaje de Jace:

“Hola hermosa, te extraño un montón, ¿será que podemos vernos hoy?”

El mensaje hace que su corazón se estruje un poco. Ella también le extraña, pero está ocupada con el trabajo. Detesta seguir negándose a verle, pero no hay mucho que pueda hacer.

- “Quisiera poder decirte que sí, pero justo ahora estoy ocupada con algunas cosas.” – Le responde.

- “mmm ya…” – Le contesta Jace, luego de unos minutos.

Amy observa la respuesta de Jace en la pantalla por unos segundos antes de guardar el teléfono en su bolsillo. De verdad le da mucha pena rechazarle.

Pero trabajo es trabajo así que luego de guardar el teléfono, entra al restaurante, caminando directamente hacia la host.

- Hola, disculpa, mi nombre es Amy, y soy de la agencia de entretenimiento “El Candelero”, he venido por órdenes de mi jefa a ver los espacios para un posible evento…

La mujer observa a Amy de arriba abajo por unos minutos.

- Ya veo, ya veo… me avisaron que vendrían – dice – pero no que vendría una niña…

Amy alza una ceja: “¿una niña?... bueno, para una persona mayor…”, piensa.

- Desafortunadamente, en estos momentos estamos muy ocupados, así que, si puede venir más tarde sería mejor – continúa la mujer.

Amy frunce el ceño.

- Disculpe, señora. Sé que son unas personas ocupadas, y mi intención no es molestarles, pero yo también estoy trabajando y solo estoy encargada de revisar la acústica y el espacio interior, no debería tomar mucho tiempo. Como usted misma ha dicho, ya le han informado que vendría, así que le pido por favor que me deje hacer mi parte.

La mujer vuelve a mirar fijamente a Amy por unos segundos antes de responder:

- De acuerdo niña, pero que sea rápido. Somos un lugar de prestigio y no podemos tener personas con ese tipo de fachas por aquí.

La señora señala las prendas de Amy como si de un insulto se trataran. Amy no lo puede creer. “Pero será cabrona esta mujer”, piensa, y luego sonríe. No va a dejar que le moleste.

- Seguro… oh, y también quisiera algo del menú para probar, gracias. Lo mejor que me pueda dar – dice digna, aunque espera que no sea tan costoso como parece.

La mujer asiente y anota el pedido.

Amy checa el lugar y la acústica, y luego se sienta en una de las mesas para probar el plato del menú que ha solicitado. La verdad es que la comida es estupenda y el sitio es increíble, aunque bastante bien harían contratando a un host más amable.

En cuanto al precio… es bastante costoso. Se nota que es un sitio caché, pero ya se lo esperaba. Bueno, al menos esta vez puede pagarlo.

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Al terminar de comer, Amy paga la cuenta, y cuando se está dirigiendo a casa, se encuentra con una cosita.

Se le acerca e intenta acariciarla y la pequeña se deja con toda la confianza del mundo. Amy incluso la carga y le da unos cuantos mimos en brazo.

Así que, siendo incapaz de dejar a una cosita como esa en el frio invierno por su cuenta, toma una decisión, a pesar de ser más pronto de lo pensado:

Se la lleva a casa.

- Bueno amiguita, esto es todo lo que te puedo ofrecer, aún no tengo cuatro paredes, pero estoy segura que más pronto que tarde van a llegar – le dice mientras juega con ella.

Luego la carga.

- Igualmente, creo que, aunque no es mucho, es mejor que estar en la nieve.

¡¡Bienvenida a la familia Fairchild, Ciao!!

---------- Fin del capítulo 14 ----------

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