Capítulo 11 - Sustos y disgustos
Los días siguientes pasan sin mucha novedad.
Amy estuvo yendo a trabajar todos los días, e incluso tuvo la oportunidad de probar a tocar el piano.
También llegaron las primeras facturas, que pudo pagar sin problemas gracias a lo que había estado haciendo con el trabajo. Aunque luego de pagar, volvió a quedar en banca rota.
Con respecto a Jace:
Al principio estuvo pasando por el lote todas las tardes.
Aun cuando había puesto la piedra de luz, quería asegurarse de que el lugar realmente fuese “seguro”, o, por lo menos, lo más seguro posible. Aunque no tardó mucho en comprobar que, por alguna extraña razón, no había mucha actividad demoníaca en esa zona específica.
Pero, además de comprobar la seguridad del lugar, aprovechaba de estar un tiempo con su “ángel” … Lo que pudiera, mientras pudiera.
Y Amy, encantada de la vida, con mucha pasión en su interior.
----------
Aunque Jace a veces llegaba antes de que Amy se fuese a trabajar, usualmente llegaba cuando ésta ya se había ido. Y cuando la chica volvía de sus labores, éste se encontraba durmiendo en la tienda mientras la esperaba.
Amy no entendía por qué tanta obsesión con quedarse a “resguardar el lugar”, pero al menos podía verlo continuamente. Y el chico siempre la recibía con muy buena disposición.
- Hoy estás más hermosa que ayer… Bienvenida a… “casa”, ángel.
- Hola. Espero que hoy te hayas aburrido menos que ayer. ¿Hoy tampoco vas a trabajar?
- No, Alec me está reemplazando.
- ¿Alec?
- Mi hermano.
- ¿Cómo es que tu hermano puede fácilmente reemplazarte en tu lugar de trabajo?
- Conocemos al dueño.
Jace casi no hablaba de su familia, y cuando lo hacía era con comentarios como aquel, decía solo lo justo, y cuando Amy le insistía, el chico se molestaba y cambiaba de tema, por lo que Amy había decidido no preguntar demasiado.
----------
Uno de esos días, Amy llegó con una buena noticia. Le habían ascendido en su trabajo. Los esfuerzos estaban dando frutos, aunque a cambio su energía estaba por los suelos… Y continuaba sin tener mucho dinero. Algo más tendría que hacer.
- Hoy también está aquí… - bostezo – pero hoy me voy directa a dormir.
----------
Cuando Amy no llegaba tan cansada de trabajar, ambos aprovechaban de pasear un rato en las noches y charlar…
- ¿Qué tal te ha ido hoy? – pregunta Jace.
- Bien, aunque me hicieron usar un vestido terrible y muy apretado… fue una vergüenza total.
- seguro te veías muy bien…
- No, en verdad, era terrible… No te lo puedes ni imaginar…
- Algún día me tienes que invitar a verte.
- Cuando obtenga un puesto importante. Ahora mismo no vale la pena.
Y claro está, uno que otro ñiqui-ñiqui… aunque ya no a la intemperie.
O, por lo menos, no completamente.
Incluso, uno de esos días, Jace la invitó a un café para conocer a algunos caninos antes de irse a trabajar.
¿Ella?, muy feliz, claro está. Es una amante de los amigos perrunos y ese día conoció a unos cuantos… Jace sabe lo que le gusta.
----------
Sin embargo, luego de unos días, el chico comenzó a ir con menos regularidad. Amy se decidió a preguntarle por qué ya no iba tan seguido, pero Jace solo le dijo que estaba ocupado con asuntos del trabajo, y que, de hecho, en los siguientes días no iba a poder volver.
Amy no quiso preguntar más allá, entendía que el chico tenía que trabajar, que no podía estar todo el tiempo con ella, de hecho, sabía que había sido la primera en decir que no era necesario que se quedara, pero cuando el chico dejó de ir, sus ánimos se fueron al trasto.
Además, que, culpa de su torpeza, en esos días por poco incendia sus pocas pertenencias.
Menos mal que lo pudo solventar y el problema no fue a mayor.
----------
Es así que, volviendo al presente, Amy no se encuentra de muy buenos ánimos hoy, aunque sus deseos siguen siendo bastante “mundanos”.
Después de usar el baño público del parque frente a su casa, se dispone a comenzar con su nueva rutina adquirida:
Buscar…
Desenterrar…
Y cosechar todo lo que puede encontrar.
Necesita otros métodos para conseguir dinero si quiere salir de su pobreza extrema y en los últimos días se ha dado cuenta de que esta es una buena manera.
Luego de conseguir todo lo que puede, se pone a hacer una de las recetas de su libro especial, con algunos ingredientes que había comprado el día anterior.
Y la verdad es que no tiene ni tan mala pinta…
Aunque, de sabor... eso ya es otra historia....
- Oh por los dioses, no sé si es que mis habilidades para la cocina están en el culo o si este libro de recetas tiene todo muy mal escrito… ¡Esto está asqueroso! – dice indignada – ugh…
----------
Después de ese chasco con la comida, se dispone a estrenar sus nuevas jardineras verticales, compradas el día anterior al volver del trabajo.
Lo había meditado durante días. Ella es del campo, y, aunque ha venido a la ciudad a tener una vida diferente, piensa que cosechar y vender flores y frutas pueden ser una buena manera de ganar algo de dinero extra hasta que se asiente.
Así que toma algunas de las semillas que encontró más temprano, y las siembra.
Y mientras está sembrando, sus ánimos mejoran. La verdad es que la jardinería le relaja un montón. Irse de un lugar no la desprende de sus raíces.
Incluso le dan ganas de silbar.
Y es lo que hace mientras atiende y riega las plantas.
----------
Al terminar con la jardinería, decide mandarle un mensaje a Jace:
- “Hola, extraño… espero que tengas un muy buen día, yo hoy tengo mi día libre, así que aprovecharé de pasear un rato por la ciudad" – le escribe, deseando que el chico se manifieste, le responda y quiera verla hoy.
Pero no recibe ninguna respuesta de regreso.
“Tal vez está dormido”, piensa, y luego se dirige al gimnasio a arreglarse un poco.
Con o sin Jace, hoy es su día libre.
----------
Al estar lista y presentable se va a la plaza que queda al lado del local, con esperanza de encontrar a algún peludito por el lugar, pero no tiene suerte. Y ya que no tiene nada que hacer ese día y apenas amanece, decide comprar algo en la máquina expendedora.
Pero la muy condenada, otra vez, se traga el dinero. La pobre no tiene suerte con las máquinas.
- Me cago en todo lo cagable… ¿de verdad?
Esta vez no está de ánimos para volverlo a dejar pasar y le da unos cuantos golpes a ver si así la destranca.
Y lo logra, pudiendo tomar lo que había comprado.
Hoy ni una máquina le va a arruinar su día libre.
----------
Sigue siendo temprano, así que Amy se pone a jugar ajedrez para dejar pasar el tiempo, y cuando está en ello, un hombre se acerca y se sienta frente a ella.
- Hola nena, ¿Qué haces a estas horas por aquí tan sola? Hueles bien, estupendamente bien, ¿te han dicho que eres un bombón? – dice el hombre sin tapujos.
Amy se alarma un poco, por alguna razón fuera de su entendimiento el hombre le da mala espina, más allá de la mala espina normal de que un hombre random aparezca y te quiera comer con los ojos, pero decide ser precavida y actuar con naturalidad:
- Sí… mi NOVIO ya me lo ha dicho antes, gracias… - una mentira piadosa, Jace no es su novio. Bueno, aún no han concretado lo que son. Supone que son “algo”.
- Ahora, si me disculpas, tengo que irme a ver con él – continúa y hace ademán de levantarse, pero el hombre la detiene.
- Oye, solo te estoy hala-мадгӯӣ-gando, no te tienes que poner así – dice el hombre. Su voz de repente se ha distorsionado mientras emite la palabra “halagando”.
Amy frunce el ceño. “¿Qué ha sido eso?, ¿una mala pasada de sus nervios?”
- Uhm... en serio, me está esperando, así que disculpa, pero me tengo que ir – Amy se levanta y, dejando al hombre, se aleja rápidamente del lugar.
----------
Amy camina en dirección a la tienda de al lado, con los nervios a flor de piel. Y cuando está llegando a la entrada, apura el paso. “que mierdas ha sido eso?”, se pregunta mentalmente.
Termina de entrar al local y mira a su alrededor.
- Oh, qué lugar más bonito. Uhmmm… debería aprovechar de hacer algunas compras -dice - al menos mientras espero un rato... ese tipo me ha dado mala espina.
Amy da una vuelta por los pasillos, checando lo que venden que, al parecer, es sobre todo frutas y verduras. No hay nada muy interesante que le llame la atención comprar.
Y mientras está revisando las neveras, recibe un mensaje de Jace:
- “Hola hermosa, disculpa que no te había contestado. De hecho, yo también estoy libre hoy y te extraño un montón, así que ¿qué te parece si vamos al “Roller rink and bowling”? ¡Quiero ver tu hermosa cara! Ya hace mucho que no nos vemos.”
El corazón de Amy da un vuelco. Le ha contestado. Enseguida le responde: “¿Estás libre hoy? ¡Maravilloso!, de acuerdo, veámonos allí que yo estoy bastante cerca”.
Y luego de enviar el mensaje se dirige al lugar.
----------
Al llegar, Amy decide esperarle afuera, está feliz de poder ver a su rubio nuevamente, pero el chico nada que llega y se empieza a poner nerviosa, recordando el encuentro de hace nada.
Así que, para no pasar más sustos, prefiere hacer lo más sensato y esperarle adentro. Pero cuando está llegando a la puerta de lugar, Jace también va llegando.
Cuando se encuentran, Jace la toma entre sus brazos:
- Hola ángel, ¿Cómo has estado? No sabes cómo te he extrañado.
- Y yo también a ti. Estoy bien, pero ahora mejor, estaba un poco nerviosa. Te iba a esperar dentro.
Jace se separa y la observa, alzando una ceja:
- ¿Nerviosa por qué? ¿Pasó algo?
- No, no, nada malo, es solo que… - Amy se queda callada por unos segundos, sabe que Jace es sobreprotector y no quiere alarmarlo por una mala jugada de su cabeza – andar por la ciudad tan de mañana es un poco aterrador… sobre todo con este clima… parece que va a caer un palo de agua – continúa.
- mmmm, ¿estás segura? - dice Jace, seguido de un – sabes que puedes decirme cualquier cosa, ¿Ha pasado algo?
- no, síp, estoy bien, no pasa nada – Le sonríe Amy, tranquilizándole.
- Mmmm, vale… - dice Jace no del todo seguro - entonces ven acá, que no te he saludado apropiadamente y, como dije antes, te he extrañado un montón.
Jace la toma entre sus brazos y le estampa un beso apasionado.
- Okay, okay, de acuerdo… ya ha quedado claro… sí me has extrañado un montón – se ríe Amy cuando éste la suelta.
- Ahora – continúa Amy, tomándole de la mano - ¿Qué te parece si mejor entramos?
- Mira que no hay ni un arbusto cerca – le dice acercándosele al oído en tono cómico.
- Bueno, yo no creo que necesitemos un arbusto.
- Jace…
- ¿Qué?... solo estoy diciendo que no es necesario…
- Sí, has dado tu punto, pero sabes a lo que me refería.
- Vale, vale, como tú digas… entremos…
Y en ese momento se escucha un carraspeo a espaldas de Jace, que hace que ambos se fijen en algo más allá de su pequeña burbuja romántica.
Joseph...
Los dos se dan la vuelta y Amy observa a Jace, un poco avergonzada por las muestras de afecto que seguramente Joseph ha presenciado.
El pelirrojo observa al rubio con una mirada bastante matadora.
- Hola chicos… ¿Qué tal? ¿Cómo pasan estos días?... ¿Amy?... ¿Jace?...
Sin embargo, al objetivo de su mala cara le da un poco igual:
- ¿Qué tal Joseph?, tengo días que no te veo por el bar… - le responde sonriendo.
- Si bueno, he estado un poco ocupado… y al parecer tú un poco también…
- De hecho, sí, más de la cuenta.
Jace se dirige a Amy:
- Oye ángel, iré a pedir pases para las maquinas, te veo adentro…
Amy asiente.
- De acuerdo.
Jace se dirige hacia dentro del local dejándolos solos. Ambos, Joseph y Amy, se quedan en silencio por unos minutos hasta que Joseph decide hablar:
- Así que… ¿Están saliendo, o algo?
Amy le sonríe.
- o algo… sí… jeje… es bueno verte de nuevo Joseph
- Sí… igualmente, Amy…
---------- Fin del capítulo 11 ----------
NOTA: El solar "Roller rink and bowling" lo pueden encontrar en la galería de thesims1983 y el solar del mercado se los debo porque no le encuentro por más que lo busqué en Sims 4 Tray, sorry.
Vaya momento de tensión absoluta 😲😲 me siento un poco mal por Joseph, pero chico, creo que has llegado un poco tarde y Amy sólo tiene ojos para Jace ❤️❤️
Ay nena... Pero entonces Amy que és?! Por dios! Me tienes en ascuas... Debe ser algo sobrenatural, seguro... 🤔
Estoy deseando saber másssssss
El señoro ese del ajedrez... qué miedito y qué asquito. Quiero que Amy se entere de algo... verla así sin saber nada y Jace en estado de alarma perpetuo me tiene nerviosa... y me encanta jajaja