Capítulo 25 - Sentimientos

Post.128-129 Historia:

Al caer la noche, y después de caminar un buen tramo, llegan al nuevo edificio en el que vive Gian.

Suben el ascensor y se detienen frente a la puerta, mientras los ladridos de Beau se escuchan al otro lado.

- Aquí estamos…

*ladridos*

Gian está más nervioso de lo que nunca ha estado. Siente que cualquier paso en falso alejará a Nía a 10 mil metros de distancia y no quiere que eso suceda.

- Estoy seguro que está ladrando porque te huele a ti – dice de manera jocosa, aun sabiendo que posiblemente Nía no le conteste.

Y no lo hace. Nía se mantiene en silencio pensando en querer acabar con esto pronto. No sabe realmente si ha sido buena idea venir, pero ya lo ha hecho, ya está allí, así que no queda de otra.

- …

- en fin… - dice Gian, mientras mete la llave en la cerradura para entrar en casa – no es un apartamento lujoso, pero…

La puerta se abre y Beau sale despavorido, dando saltitos y vueltas alrededor de ambos.

Luego le ladra a Nía, y juguetea con ella para que le salude.

Nía no se aguanta al ver a Beau. Cuanta falta le hacía. Y con una sonrisa en su rostro le dice:

- ¿Qué pasa pequeñajo, me extrañaste?

Beau ladra y ella lo coge y achucha, dándole unos cuantos mimos.

- Jajaja sí yo también te extrañé.

Mientras, Gian les observa en silencio, con pesar en su rostro, y luego de unos segundos dice, señalando dentro del apartamento:

- ¿Entramos?

- Ok – Responde Nía, volviendo al momento.

Y aquella pequeña y seca respuesta es como un taladro. Una respuesta totalmente diferente a las de hace tan solo unas pocas semanas atrás.

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Gian le da paso a Nia para que entre y luego la sigue.

Nia mira a su alrededor, quedándose con cada detalle. Hermoso. El apartamento era hermoso. Sin lujos extravagantes, pero hermoso. Gian se merecía algo así de una vez por todas y, pese a todo, se alegra mucho por él.

- Se ve acogedor – comenta.

- Sí, bueno… es mucho mejor que el anterior... sin duda... – responde Gian. Luego carraspea - ¿Quieres un poco de agua?

Nía no puede evitar sonreír.

- Vale, agua está bien.

- De acuerdo…

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Luego de tomar el vaso con agua, se dirigen al sillón y se sientan. Llegando el momento de conversar.

Nía trata de mantener la distancia, aun así, su aroma le llega, sutilmente. Solo puede repetirse una y otra vez “sé fuerte Nía, sé fuerte”.

- Y bien, Gian. Aquí me tienes. Soy toda oídos.

Gian es consciente de que la tiene allí mismo, pero es incapaz de mirarla en este momento. Inspira e intenta comenzar:

- Yo… Quiero… disculparme. Sé que las palabras te sonarán vacías y que ya lo he hecho antes. Pero no sé cómo más pedirte perdón. No debí hacerlo. No debí llamarte. No debí…

La voz de Gian se desvanece.

- Lo siento. ¿Sabes? Cada vez que siento que estoy avanzando contigo, termino dando 10 pasos atrás. Soy un imbécil y no sé mantener a nadie en mi vida por más de 10 minutos.

Gian vuelve a hacer una pausa y continúa, al fin mirándole a los ojos:

- No me quiero excusar.... Porque sé que la cagué. Creo que a estas alturas todo el simverso lo sabe... Pero quiero que me entiendas... Yo... verás...

Gian recuerda la conversación con Salus hace unas semanas atrás. Fue tan fácil abrirse con él. ¿Por qué era tan difícil ahora hablar de todo con Vi?... Que sí. Había cosas que aún no le podía decir. Él no era Blue. No iría de plano a decirle que era un ser mágico. El papagayo ya estaba suficientemente enredado sin necesidad de hablar del mundo sobrenatural.

Suspira y se inclina hacia adelante. Se está haciendo un jaleo increíble en su cabeza.

¿Y que sí luego de decirle todo, aún no es suficiente para que se quede? ¿Y que si no le acepta? ¿Y que si...?... "Déjate de tonterías", piensa. "Callarte sólo empeora las cosas".... recuerda lo que Salus le dijo aquella vez.

Tras el silencio de Gian, Nía decide hablar:

- Gian de verdad no debes de disculparte por lo que sientes, pero debiste ser… Sincero conmigo…

- Apenas hablamos unos días atrás, ¿por qué no me dijiste en ese momento que seguías enamorado de ella? No creo q una llamada las 4 de la mañana, borracho, sea la mejor manera de decírmelo – continúa.

- ¿Qué?... No. No es lo que piensas. Yo... La razón por la que Aisha... no. La razón por la que me sentía tan mal ese día porque Aisha se fuese... no es por lo que crees.

- Verás... Aisha es... importante para mí. No te voy a mentir diciéndote que no lo es. Lo es. Porque es la única persona que siempre ha estado ahí para mí.

Gian hace una pausa mínima. Se repite una y otra vez las palabras de Salus.

- Mi vida fue un poco desastre desde que nací. E incluso puedo decir que desde antes de nacer ya era un caos. Mi nacimiento ni siquiera estaba pensado. Fui un error... y como un error cualquiera, aquellos que me engendraron se quisieron deshacer de mí.

- Si no hubiese sido por mi tío, el hermano de mi madre, ni siquiera estaría en este momento contándola... Mi tío me salvó y me llevó con él a Windemburg y allí conocí a Aisha. Era la vecina y la única persona que mi tío me dejaba ver...

- ¿Cómo que la única que te dejaba ver? ¿Por qué? – Pregunta nía, desconcertada.

- Mi tío era un cascarrabias, aunque estaba obsesionado por las cosas mundanas: la cocina, los ordenadores... y las personas, sobre todo las personas.... Pero, así como era de cascarrabias, era paranoico... Y yo era un niño... intranquilo... Él vio el potencial que mis padres no vieron en mí y tenía "miedo" de que me saliese de control. Así que me mantenía vigilado 24/7 y era el encargado de mis clases particulares, porque sí, en mi infancia no fui el típico niño que iba a la escuela.

- Pero claro, un niño intranquilo no puede simplemente estar en casa encerrado... Y es por eso que, debido a mi "intranquilidad", decidió y aceptó que Aisha fuese mi amiga desde muy temprana edad...

- ¿Pero a qué le temía, Gian?, no entiendo, ¿si eras un niño con capacidades, qué mejor sitio que la escuela para aprender?

Gian sonríe un poco ante la pregunta de Vi. “Capacidades”.

- Ya te he dicho. Era paranoico – responde para salir del paso - La cosa es que... aunque mi tío fue la persona que me salvó de morir cuando era apenas un bebé, era... bastante "exigente"... y el único "respiro" que tenía en mi día a día era Aisha.

Gian observa a Vi y se da cuenta que no ha hecho más que decir palabrerías sobre su pasado, así que decide parar el cuento, centrarse.

- No te quiero agobiar con mi vida. No vale la pena... pero lo que intento decir es que, aun cuando mi tío murió y tuve que "volver" con mis padres, Aisha estuvo allí para mí. Intentamos de alguna forma vernos. Yo lo intenté. Y aunque algunas cosas cambiaron en ese tiempo, ella continuó tendiéndome la mano para ser mi lugar seguro.

Otra pausa.

- Es por eso que me trastoqué un poco ese día... me dijo que se iba y, aunque sé que era tonto pensarlo, algo en mi sintió que se había cansado de mi.... que una vez más, alguien simplemente prescindía de mí.

Nía mira a Gian por unos minutos antes de contestar:

- A ver, bebé – dice por inercia y enseguida se sonroja y corrige – esto… Gian. Siento que no hayas tenido una vida fácil. Y creo que hablamos de cosas muy duras… encerrarte, salvarte la vida... Son palabras q me desconciertan, y entiendo que Aisha sea importante para ti, de veras que lo entiendo… Pero no era solo eso lo que sentías por ella cuando nos conocimos, yo sé que había algo más, tú mismo me lo dijiste. Y no sé hasta q punto eso sigue ahí.

- Entiendo q ella haya sido tu refugio en los momentos duros, pero pensé que… - Nía mantiene el silencio por unos segundos - pensé que tal vez tú también.... Comenzabas a sentir algo por mí, que... Pero el otro día en el cisne.... me di cuenta de que no era así. Porque sí Gian, me di cuenta de cómo te pusiste al verla con Jared, solo un ciego no podría ver... Y después la llamada... No sé... qué pensar y no sé qué decir...

- Lo sé. Y sí. Estaba celoso. Lo admito. Y admito que no tengo una respuesta para lo que siento por Aisha. Quisiera tenerla, de verdad. Te juro que quisiera tener una respuesta clara para ti sobre Aisha, pero no la tengo. Tal vez sí, sigo enamorado de ella, o tal vez simplemente es la costumbre. No lo sé. Pero Vi... Todos estos días han sido un infierno para mí sin poder hablar contigo, sin poder tenerte cerca... No he estado mal por Aisha, he estado mal por ti. Y si eso no significa que siento algo por ti entonces no sé qué será...

- pues Gian, no sé qué esperas que te diga, yo también te necesito, pero yo tengo bien claro lo que siento por ti, te quiero, te quiero demasiado. Pero si tú no sabes qué es lo q sientes ni por ella ni por mi deberías aclararte...

Nía deseaba escuchar otras palabras y sus ojos comienzan a nublarse. Agacha la mirada.

Gian ve cómo intenta aguantar las ganas de llorar y duda, pero luego se acerca y toma su rostro.

- Vi... no. No llores... joder. Te acabo de decir que estoy enamorado de ti... ¿Por qué las mujeres siempre escuchan solo la peor parte?

El corazón de Nía se detiene por un minuto. Le observa. “¿Qué ha dicho?”

Pero Gian no le da tiempo a decir nada:

- Espera un momento, ¿de acuerdo? – Dice, y se levanta de repente.

Gian se dirige al cuarto y vuelve ofreciéndole su mano a Nía para que se levante.

Nía duda, pero le sigue.

Y cuando ambos están de pie, Gian deposita algo sobre la palma de su mano.

- Sé que mis palabras pueden sonar confusas. Que no he aclarado realmente nada y que soy un gilipolla. Pero quiero que tengas esto...

- y quiero que sepas que eres la única en la que he pensado para dársela... Es para ti y solo para ti. – Dice mientras termina de colocar una llave en su mano.

Nia observa a Gian, su corazón corre a mil kilómetros por hora. Y aunque quiere decir que sí, de su boca sale un:

- No lo sé Gian, yo…

- No tienes que aceptarla si no la quieres. – Dice Gian al ver la duda en los ojos de Nia – Yo… supongo que es una posición difícil en la q te pongo ofreciéndotela también. Lo sé… Es más…

Gian hace una pausa y, tomando la llave que le acaba de dar, se voltea por unos segundos y la coloca sobre la mesa del televisor.

- Listo, no pasa nada – continúa, volviendo a voltear hacia Nía – era una tontería.

- Gian… - Comienza a decir esta al ver el rostro desencajado del chico.

Pero Gian le resta importancia.

- No pasa nada. En serio. Ha sido solo una tontería. Pero… al menos podrías pasar la noche aquí. Te dejo mi cama. Es tarde y prefiero que te quedes aquí y no andes sola por ahí…

Nía mira fijamente a Gian. Tiene razón, se ha hecho tarde para regresar, o tal vez no. Pero su corazón le pide que se quede.

- Esta bien, Gian, me quedaré.

Y en el pecho de Gian, su corazón da un vuelco. Quiere besarla, pero, aunque quiere besarla, no se atreve. A pesar de haber destapado su corazón sabe que cualquier paso en falso será como una caída en picada.

- De acuerdo - sonríe - emmmm...

- Bueno es tarde, ¿no?, será mejor que… durmamos un poco...

- Sí… claro…

Gian la dirige hacia la habitación y al llegar a la puerta, Nía se gira.

- Gracias, Gian... Gracias por contarme esas cosas sobre tu vida… por confiar en mí.

En el fondo solo desea besarle y abrazarle, pero una vocecilla en su interior le dice q no debe hacerlo. “Un poco más Nía... un poco más...”, piensa, y antes de entrar en la habitación dice:

- Que descanses.

- Buenas noches.

---------- Fin del capítulo 25 ----------

Como siempre, les recuerdo que mi historia está entrelazada con la historia de Nia, el personaje de @Y_randsims, así que aquí les dejo un link a su historia, y también les dejo su perfil de insta: @nia_violet_ para que le echen un vistazo e interactúen con ella.

De igual forma, si desean seguirme para enterarse de mi vida en primera mano e interactuar conmigo, pues acá mi cuenta: @bless.gian

Y aprovecho para decirles que mi persona, Gian Bless, es parte de un mundo estupendo al que hemos apodado #elSimverso , y aquí podrás tener enlace a todos los participantes de esta locura... vayan a descubrir las maravillosas historias de todos mis compis. El mundo de las tinieblas les espera... 😈

Gracias por leerme!!

- Bless...