Capítulo 45 - Un favor

*amasar*

Los días y semanas pasan…

*estirar*

La verdad lo bastante rutinarias.

*lanzar y atajar*

- Pasado -

Entre estudios…

*anotar*

*escribir*

- Y si añadimos un poco de cúrcuma, podemos dotar el plato de un ligero sabor picante, pero dulce… ¡Beau, para quieto!

*correr*

*detenerse*

- ¿Necesitas más espacio, muchacho? Creo que el apartamento se te quedó pequeño…

*¡wouf, wouf!*

Trabajo…

- Un mocca por favor…

- ¡Enseguida!

- Aquí tienen, dos cafés y un chocolate caliente, para la señorita…

- ¡Gracias!

Entrenamientos…

- ¡Vamos! 22… 23… 24… 25… Bien…

- ¡Hey, cuidado!

*risas*

- Un pelotazo directo a la cara… hahaha

*correr*

*golpear*

- Y aquí vamos por el gooool…

- … Bien, chicos, eso es todo por hoy, directo a las duchas. Nos vemos mañana.

- ¡Si, entrenador! – grito al unísono.

Y Visitas a Vi en el hospital.

- ¿En serio?... jajaja

- Tenías que verle.

*entrar*

- Hey, babe… ¿Cómo sigues?

- ¡Gian, llegaste! ¿Cómo te fue hoy?

*emocionada*

- …

*levantarse*

- Nos vemos más tarde, Nia.

- …

*preocupada*

- Vale…

- ¿Cómo te han tratado los doctores hoy?

- Magníficamente

*beso*

- …

Su recuperación había sido constante, fuera del pronóstico de los médicos.

- Vamos, arriba…

- Jaja Millie, estoy bien… de las piernas me encuentro bien.

- Un milagro después de esa caída…

No entendían cómo seguía viva…

- Estira y aprieta, lo más fuerte que puedas…

- Ouch…

- Duele pero es necesario.

- Lo estás haciendo bien, babe…

Pero lo cierto era que Vi se esforzaba un montón por mejorar.

*masajear*

- ¡...!

- Un poco más…

*estirar y masajear*

Y al parecer, pronto todo volvería a la normalidad…

- estira y mantén…

- ufff…

- Así… así se hace.

- ¡ay!… no puedo más…

- Claro que puedes. Imagina la tarta que te dará tu moreno si acabas…

*sonríe*

- Lo único que haces es abrirme el apetito.

- Jajaja vamos arriba… sin escusas.

*elevar*

- Vaaale…

*sentarse*

- y parece que la sesión se acabó… ya llegó tu guardaespaldas...

*mirar*

Por otro lado, los partidos de futbol, en la universidad, se habían acabado, con algunas victorias…

- ¡VAMOOOOS!!! ¡¡¡WOOOOO!!!!

- Jajajajajaja

Y también algunas derrotas…

*celebrar*

- Joder…

- Vamos a casa, chicos… a prepararse para la siguiente temporada...

- Presente -

Y aunque Vi no había podido asistir a ningún partido…

Terminando una temporada había otra que comenzaba, y en la siguiente, esperaba tenerla conmigo dándome ánimos en vivo y en directo…

- Bien, ahora al horno…

*hornear*

En todo ese tiempo, las palabras que el padre de Vi me había dicho semanas atrás, en ese primer encuentro en el hospital, resonaban en mi cabeza:

- Si no puedes protegerla, ni tan siquiera de ti mismo… Mantenerte alejado sería lo más seguro.

- ...

[Ver el capítulo completo de Nia aquí: https://yrandsims.wixsite.com/yrandsims/post/capitulo-5-nia-1]

Una y otra vez…

*caminar*

¿Tendría que alejarme de ella? ¿Cuál era la decisión correcta?

*revisar*

Pero no… No podría. Nada más la idea de hacerlo hace a mi corazón estrujar.

*alejarse*

Había estado a punto de perderla en aquel acantilado… ¿Cómo iba a ser capaz simplemente de dejarla ir?... Estaba siendo egoísta… completamente egoísta…

No podría dejar de quererla, así como así. Los asuntos del corazón no funcionan de esa manera.

Ciertamente sé que puedo usar mis poderes con ella… para que me olvide… para que olvide todo lo que siente por mí. Es fácil hacerlo… pero no quiero.

*arreglarse*

Nuevamente, estaba siendo egoísta.

- …

*suspirar*

Además, me juré a mí mismo que jamás volvería a utilizar mis poderes con ella. La sola idea de tocar sus memorias… sus sentimientos… me repugnaba.

*arreglarse*

Por otro lado, no es como que alejándome de ella todos los demás seres sobre naturales que conocía fuesen a desaparecer…

*Wouf* *wouf*

- ¿Qué pasa grandote? ¿tienes hambre? Hoy te quedas en casa, tendrás que portarte bien…

- La semana anterior -

Incluso a principios de esta semana había salido en la televisión la noticia de que un lobo gigante había estado recorriendo la ciudad.

Presentador: un tamaño descomunal, dicen algunos...

Lobo gigante mis cojones… estaba seguro de que era un garou… aunque nunca antes había visto uno en persona.

Presentador: tanto la policía como guardabosques andan en su búsqueda…

*voltear*

Pero, ¿Qué hacía un garou saliendo a la luz en pleno centro de San Myshuno?

- ZzZzZz…

*mirar*

- …

Hasta donde recordaba, los Garou eran tipos bastante cuidadosos con hacerse notar… Aunque no es que fuese un genio en la materia.

Lo que sí me quedaba claro es que la ciudad parecía estar convirtiéndose en una jungla para seres sobrenaturales…

*apagar*

- Presente -

O tal vez ya lo era desde hacía tiempo… Perdí la cuenta de con cuantos me he topado hasta la fecha.

Y es que incluso mi suegro me tomó de improvisto cuando me dijo de buenas a primeras que podía sentirme…

Un humano con extrasensorialidad… Joder, si es que la vida no podía sorprenderme más.

¿Cómo era posible?

De todas maneras, y volviendo al tema principal… si bien las palabras de Josh fueron un balde de agua fría, guardaban en ellas verdades con las que estaba de acuerdo: necesitaba tomar las riendas de mi magia.

Y es por eso que, a pesar de que Cecilia me dijo que no le volviese a llamar, llevaba desde entonces repicando a su número de teléfono… una y otra vez…

Y hoy no era diferente:

- Joder Cecilia… ¿En serio es necesario verme arrastrándome a tus pies para que me ayudes? ¿o ni eso?... por favor, contesta…

Una pausa se instala en mi boca. Había evitado decirlo… y sabía que hacerlo era arriesgarse, pero la paciencia se me estaba agotando… al igual que las ideas…

Así que, tomando una bocanada de aire, digo sin más:

- Haré lo que sea que quieras, pero por favor, necesito tu ayuda…

Y cuelgo el mensaje de voz, esperando que, con eso, esta vez conteste a mi llamado. Sabía que me estaba arriesgando, pero no hallaba otra manera.

En ese momento, el cronómetro del horno repica, anunciando que lo que había estado cocinando había terminado de hacerse.

Estoy ansioso y a la vez nervioso… y como todo cocinero, cocinar es lo que mejor me hace calmar.

- Bien, ahora a empacar todo esto para Vi…

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- HOSPITAL -

Al acabar de cocinar, me termino de arreglar y me dirijo hacia el hospital.

- Y entonces me pidió que limpiase del 103 al 120. ¿Te lo puedes creer?

- Jajaja menudo idiota.

- Hola chicas…

- ¡Hola Gian! – contestan al unísono.

*caminar*

Por suerte hoy no están los suegros y cada que vengo, Lander desaparece antes o justo al llegar.

*colocar*

- Ey babe…

*entrar*

- ¿Cómo te han tratado los médicos hoy?

- ¡¡Bebé!! Pues como una reina, si es que soy una consentida… No me dejáis hacer nada… Me estáis malcriando entre todos – ríe.

- Ya… bueno, te lo mereces… tenemos que consentirte hasta que salgas de aquí – digo con una sonrisa. Le había prometido a Aisha que dejaría la cara de dramas. Nia no necesitaba a un llorón a su lado, y bueno, ciertamente no era difícil. Simplemente la vista de tenerla ahí, viva y a mi lado hace que mi corazón sienta un poco de calidez.

- Uhmmm…

Vi observa lo que llevo en la mano y curiosa pregunta:

- ¿Y qué tiene mi moreno para mí?

- Oh, ¿estás segura de que esto es para ti?

- ¿Para quién si no?

- ¿O es que le estás haciendo ojitos a alguna enfermera y yo no me he enterado?

Coloco la caja en la bandeja de comida móvil y me siento a su lado:

- Claro… a mi enfermera sexy siempre le haré ojitos… - digo en tono jocoso.

- Aunque ahora el enfermero debería ser yo… - hago alusión a aquellas fotografías que Nía me había mandado hace un tiempo atrás cuando no me sentía bien debido a un mal golpe en un partido.

- ¿Ah sí? Bribón…

La tomo en un beso profundo por unos minutos, hasta que nuestras respiraciones comienzan a agitarse.

- mmm… mira que cierro la puerta con pestillo – dice Vi haciendo una cara de picardía – no me tientes…

- Jajaja, no sé si estás más tentada tú o yo… pero bueno…

- Hablando en serio: sí, obviamente es para ti… Estuve trasteando un poco en la cocina… y pensé que a mi pequeña bicolor le hacía falta un poco de sazón en su paladar después de tanto tiempo comiendo comida de hospital. Solamente no le digas al doctor… a las enfermeras ya me las tengo ganadas yo – le pico el ojo.

- ¡Oh, por favor y gracias! Aunque, ¿has hecho para todo un ejército? Esta caja es inmensa…

- Me han dicho que mi chica tiene un gran apetito… y come por mil.

- Ha ha ha… gracioso…

- Sin embargo, no es mentira… sé que el alta te lo dan en nada, pero bueno, tu novio quería darte un poco de mimitos…

- Si es que te como de lo relindo que eres – dice Vi animada y luego, haciendo un puchero, añade: - Y sí, necesito muchos mimitos, jo… ya estoy deseando salir de aquí.

Río ante las palabras de Nia. Sin duda yo también estaba un poco necesitado de ella y estaba ansioso por que saliese de esas cuatro paredes. Lejos de los doctores, de mis suegros y el “cara agria” de Lander.

- Bueno, ¿Qué tal si le pegas un bocado y me dices qué tal ha quedado?

- ¡¡Enseguida!!

- A ver qué tenemos aquí…

*abrir*

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Luego de un rato de comer y compartir con Vi, veo la hora y digo:

- Ethan ya debe estar por llegar, así que iré a buscarlo, no se vaya a perder por todo el hospital. Ya vengo…

- De acuerdo… aquí os espero… prometo no ir a ninguna parte…

Sonrío ante su chiste:

- Graciosa…

- Ya vengo… no me extrañes demasiado…

- Ya, ya… marcha ya jajaja.

- Flashback -

Unos días atrás Ethan, un amigo de Vi de cuando eran jóvenes me escribió por insta para saber cómo seguía y también para preguntar si era posible venir a visitarla.

- Presente -

Obviamente dije que sí.

*salir*

Aunque el chico en un principio no me había terminado de entrar, con todo lo de llamar a Nia “Vio” y aparecer justo cuando Vi y yo no estábamos de la mejor manera, entendía que era un amigo de ella y no era plan ponerme en modo novio celoso.

*voltear*

…

Lo había visto un par de veces… en la barbacoa… el concierto… incluso en alguna quedada con Vi… y ciertamente no parecía un mal chaval… aunque la verdad no me terminaba de fiar…

Aquello estaba pensando cuando escucho unos pasos acercándose por el pasillo.

Volteo y veo a Ethan acercarse, con una sonrisa en su rostro.

*saludar*

Y, aunque en un minuto estoy por corresponder a su sonrisa con un saludo jovial, mis sentidos se ponen en aviso cuando capto la verdadera presencia de Ethan.

- ¿Qué mierdas? – murmuro.

¿Cómo era posible? Las veces anteriores no había captado nada sobrenatural en él…

*saludando*

“Demonios…” pienso, mientras mi cuerpo actúa por sí solo, interponiéndome en el pasillo.

Ethan se acerca aún con la sonrisa en su rostro, pero al estar más cerca, ésta se desvanece…

- … ¿Que…?

Y el ambiente de un momento a otro se vuelve tenso:

- Hey, por fin… ¿Qué tal tío? – Exclama Ethan, intentando asomar una sonrisa.

- Hey… - digo yo de vuelta, sin un ápice de alegría en mi rostro, bloqueando aún el paso del pasillo hacia la habitación de Nia. No me lo podía creer.

- Joder, que mierda que su viaje haya acabado de esta manera, Nía estaba tan emocionada con él-

- Por el amor de los amores, dime que tú no eres el perro gigante que vi en las noticias hace unos días atrás. – le interrumpo.

Ethan me observa, intentando que la sorpresa no se le note, pero fallando en el intento, y enseguida contesta:

- ¿Cómo...? ¿Por qué dices eso, man? – tragando saliva.

- mmm bueno, no lo sé… no es que hay visto uno antes, pero qué coincidencia que hace nada ha salido un perro gigante en las noticias y ahora tu presencia… - le observo entrecerrando los ojos, observando su aura roja y salvaje – no era algo que hubiese visto antes…

- ¿Acaso puedes percibir… ya sabes… seres sobrenaturales? – Ethan murmura aquello último.

- Claro que puedo, ¿acaso tú no?

- Yo… Tú no eres humano, eso sí lo percibo, pero no sé qué eres en concreto… llevo poco tiempo con esta puñetera maldición.

Tomo con pinza cada cosa que Ethan pronuncia y, pensativo, contesto:

- Entonces sí que eres un… ¿Garou?... Joder… Si lo hubiese sabido antes no te hubiese dicho que sí a venir… es lo menos que necesito que Vi tenga ahora mismo… a otro ser sobrenatural a su lado…

- Pues lo siento, tío… no te creas que estoy muy orgulloso de esto, pero si te parece que molesto, me voy – Ethan me mira con recelo.

Pero enseguida, susurra:

- Pero dime… ¿eres un lobo tú también?

- ¿Un lobo? – bufo, ¿en serio? ¿parezco un lobo? – No. – contesto simplemente.

- ¿Entonces qué eres?

- Yo… bueno… puedo hacer magia. Es lo único que necesitas saber. – No era necesario explicarle toda mi descendencia.

- ¿Magia? Entonces eres un ¿brujo?

- … Algo así…

- ¿Y por qué si puedes hacer magia no salvaste a Nia?... Espera… ¿Eso es por lo que decías que te sentías culpable en tu mensaje hace unos días? Ahora creo que lo entiendo mejor…

Ouch, eso era un golpe bajo.

- Sí, bueno… la versión corta del cuento es: porque actualmente soy un… “hechicero” de pacotilla.

- Oye, deja de decir eso, hombre… Yo he herido a gente sin querer tío, estoy seguro que tu intención siempre fue salvarla…

Hago silencio por unos segundos y sin ánimos de querer entrar una vez más en aquella conversación, decido volver al tema anterior:

- Ya… como sea… dime que por el amor de todos los dioses no te vas a transformar en una bestia gigante frente a Vi al cruzar la puerta.

- Pues si no me haces enfadar, no pasará eso de transformarme – me dice mientras guiña un ojo, apaciguando la situación.

Pero yo no estoy para bromas.

- ya… y ¿hace cuánto que… despertaste?

Aunque mi pregunta no le hace gracia al lobo, quien pone los ojos en blanco:

- No quiero hablar de eso si no te importa, man… simplemente quédate con que fue hace poco.

- Entiendo… entonces a eso te referías tú cuando decías que estabas pasando por asuntos delicados…

Eso también explicaba el por qué no había podido sentirle con anterioridad. Cuando nos habíamos visto las veces pasadas no había pasado aún por su primera transformación.

- Sí, han sido tiempos difíciles…

- de acuerdo, como sea… no soy nadie para juzgar… supongo que cada uno cargamos nuestro propio equipaje… solo… - hago una pausa - no le digas nada a Vi, ¿sí? No necesita saber más de la cuenta ahora.

- Tranquilo… - contesta Ethan con un tono de enfado – mi vida se define en eso, “secretitos”.

- Mira man... lo siento, ¿sí? No te quise ofender antes, pero Vi es humana… una humana bastante escéptica debo decir… y sí, sé que se lo tengo que decir si pretendo tener una relación duradera con ella. Pero ahora mismo no creo que sea lo-

- No se lo voy a decir ni de coña – me interrumpe, tranquilizando mi ansiedad creciente – No lo sabe ni mi hermana… Tranquilo, yo también te guardaré el secreto, pero debes decirle… seguro que ella te aceptará.

- Ahora, entremos… seguro nos está esperando.

Ethan hace ademán de pasar en dirección a la habitación de Vi, dándome un golpecito en el hombro, en señal de despreocuparme.

Pero antes de que dé un paso más, le corto el camino con mi brazo.

- Espera…

- ¿Y ahora qué, macho? – contesta Ethan con cara de pocos amigos, agotándosele la paciencia.

Así que levanto mis manos en son de paz:

- Tranquilo… yo… solo necesito un pequeño favor.

- ¿Un favor?

- Sí, yo… bueno…

Me dirijo hacia la caja que había dejado fuera al llegar y se la entrego:

- ¿le podrías entregar esto a Vi antes de irte?

- ¿Qué es?

- Ropa… dile que esté lista a las 10. Tengo una pequeña sorpresa para ella…

- Oh… - contesta Ethan, bajando la guardia mientras sonríe y nuevamente me guiña un ojo: - está bien, hombre. Cuenta conmigo.

- Sí, bueno… yo… les dejaré solos mientras termino de arreglar lo que necesito. Solo… por favor, no te transformes en un perro gigante frente a ella…

Ethan vuelve a poner los ojos en blanco tras mis palabras y hace cara de asco.

- ¿Quieres quedarte tranquilo?... no la voy a hacer daño, macho.

- sí… ya… Joder… lo siento man, tienes razón… gracias. Te debo una… - Sonrío apenado.

Tal vez no era tan mal chaval el chico, después de todo y tal vez me estaba volviendo demasiado paranoico.

- Por cierto, la habitación es la 334…

*caminar hacia atrás*

- De acuerdo, y no te preocupes, yo la distraigo y la tengo a tiempo… buena suerte, Romeo.

Así que, dejando a Ethan con vía libre hacia la habitación de Nia, camino hacia las enfermeras que se encuentran en la recepción.

- Ey, ¿Qué tal, chicas? ¿una tarde difícil? – les sonrío, dejando salir un poco de mi encanto personal…

- Hola Gian, todo bien, de hecho, bastante relajado… para ser un hospital. ¿Qué se te ofrece?

- ¿Dónde está Millye?

- Está en fisiatría, con un paciente. Ya debe estar por terminar. ¿La necesitas?

- Oh sí, por favor… ¿recuerdan ese favor del que les hablé hace unos días atrás?...

----------Fin del capítulo 45 ----------

¡Estamos de vuelta con la historia de Gian! y como siempre agradezco a todos los que leen mis historias. Agradecería también que me dejen un comentario por aquí o por twit, eso siempre alza los ánimos.

Les recuerdo que mi historia está entrelazada con la historia de Nia, el personaje de @Y_randsims, así que aquí les dejo un link a su historia. Es muy importante también leer el cap 5 de su segunda temporada, que sucede antes de este capítulo y se hace referencia de él en la primera parte del capítulo. Puedes echarle una leída aquí.

Igualmente, en este capítulo ha participado Ethan, personaje principal de la historia Arcano de mi queridisima @KristinikiSims, pueden leer su historia aquí.

Quiero informarles también que el 95% de las poses utilizadas en este capítulo han sido hechas por mi persona, @simmerianne93 y próximamente las podrán encontrar en mi patreon.

Gracias también a @Pizca21 por el estadio de futbol tan chulo que me hizo para las fotos de los partidos de Gian, en este capítulo no se aprecia tanto como quisiera, pero más adelante prometo que se verá mucho más. ¡ES UNA PASADA! les digo desde ya...

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Gracias por leerme!!

- Bless...