Capítulo 24 - Vi...

Post.126

Ayer Blondie vino a visitar. Vino a la ciudad por Jared (aunque ella diga que no) y me dijo para vernos…

La cosa es que comenzó a llover como si no hubiese un mañana… últimamente está lloviendo a cántaros… y nos tuvimos que quedar en casa. La pasamos bien, y me disculpé por ser un gilipollas que ni siquiera la llevó a la parada de ida a Windemburg por estar ofuscado (y un poco bastante borracho y desgraciado) …

Fue una visita rápida, así que unas horas después se fue. Creo que vamos mejorando… Y le ha gustado mi nuevo apartamento.

¿A que nos vemos guapos? 😎

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Post.127 Historia:

Desde aquel día de la llamada, los días pasan bastante monótonos para Gian. A pesar de la mudanza, de las clases, el trabajo y algunas bien recibidas visitas, no logra alzar cabeza. Además, cada vez se acerca más el partido importante del año y eso hace que el entrenamiento sea aún más fuerte.

En este momento, de regreso del entrenamiento, Gian camina con sus compañeros de equipo, mientras revisa el Simsta en su móvil.

- Ufff hoy estuvo jodido el entrenamiento – Dice Ritvik.

- Sí, hombre, el entrenador nos quiere matar – Responde Kenji.

-Dejen las quejas, saben que el partido importante está cada vez más cerca - replica Jared – no nos podemos dar el lujo de bajar la guardia.

- Bueno hombre, no es como que no nos esforcemos…

Gian pasa de las quejas de los chicos. Se mantiene concentrado viendo el simsta en silencio, y la publicación que Nia ha puesto sobre estar en el garaje junto a su grupo, ensayando para el concierto.

Dolor recorre su pecho. La extraña y quisiera estar con ella. Pero se dijo a si mismo que le daría espacio, aun cuando muchos le insisten en que vaya a buscarla. Después de todo, sus silencios tras los mensajes eran lo que le pedían.

Cuando llegan cerca de unos puestos, Ritvik les detiene.

- Iré a comprar algo, esperen aquí.

Rik se aleja y los demás se mantienen charlando. Gian continúa absorto en sus pensamientos mientras mira el móvil, ignorando a los demás.

Ciertamente no le costaba nada llegar hasta su casa, o al mismo garaje, pero su experiencia le había enseñado que era mejor no estorbar cuando aquellos a quienes quieres no te quieren cerca.

- ¿Tío, en serio? Pareces un adicto. Guarda ya ese aparato. – Dice Kenji que se ha percatado de que no ha parado de mirar el móvil.

- ¿Qué no ves que está buscando su droga? A su “Vi” – comentan Nui en tono de burla.

- Pues, si no le ha contestado antes, no le va a contestar ahora…

- Aunque por lo menos no es el típico llorica… “¿oh viii por qué no me llamas?” “Oh Vi, te extraño, regresa a mí” … De verdad, hombre, pareces alienado, olvídala ya…

- Ey… ya déjenlo, no sean idiotas ¿Qué tienen cinco años? – Dice Jared, seriamente.

- Ya le vas a defender… ¿en nombre de tu noviecita? – Responde Kenji.

- Era su mejor amiga, ¿no? – Pregunta Nui.

- ES – contesta Gian, de mal humor por los comentarios, mientras guarda el celular de vuelta a su bolsillo - ¿Se pueden callar la boca, idiotas?

En ese momento, Jared observa a lo lejos una figura.

- Y hablando de la reina de roma…

- ¿Esa no es Nia?

A lo que Jared dice aquello, Giancarlo se gira en dirección a donde el chico está mirando y la ve. Los segundos se hacen minutos.

Gian siente el tiempo detener mientras ella continúa caminando, regresando a casa luego de las prácticas en el garaje, ajena a sus espectadores.

Gian sale en dirección a ella dejando a los chicos atrás, a lo suyo.

Y cuando está lo suficientemente cerca, la llama:

- Vi…

Nía, quien va inmersa en sus pensamientos, se detiene inmediatamente. La voz, su voz, la hace caer de su nube. Era él. Su corazón comienza a palpitar con fuerza. No quiere voltearse.

- Vi… - Vuelve a decir Gian acercándose.

Es inútil hacer como que no ha escuchado, así que se gira buscando su mirada y permanece en silencio. Su corazón da un vuelco.

- ….

- Hola – dice Gian, cortándose un poco. Tenerla ahí al frente, después de todos esos días. Parecía más un espejismo que otra cosa. - ¿Cómo… estás?

Nía llevaba días evitando tenerle de frente. ¿Por qué coño tenía que encontrarse a todo Dios en la calle? Toma aire sintiendo la presión de su pecho y responde:

- Bien. Gian. ¿Tú?

- Bien… - Gian la ve y ve cómo sus morritos hacen una casi imperceptible mueca. Su rostro se vuelve fúnebre – Yo… Me alegro de verte…

Nía siente que en cualquier momento se derrumba, así que intenta despedirse:

- Ehmmm… sí, yo también…

- bueno yo… he de irme… - concluye Nía, queriendo irse corriendo.

Se da la vuelta y comienza a caminar, pero Gian toma su brazo y la detiene.

- No, espera.

- Vi… ¿podemos hablar…?

La mano de Gian hace que Nía sienta una especie de descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo, pero ha de ser fuerte. Se gira, deshaciéndose del agarre, y responde.

- Creo que no hay nada de qué hablar, Gian. Lo que pasó, pasó y ya está.

- Claro que la hay. Vi. Por favor… Necesito que hablemos. Necesito aclarar lo que pasó.

Cada vez que dice su nombre es un puñal en el corazón.

- Gian… en serio… ¿Qué quieres aclarar?, todo está más que claro – Nía aguanta las ganas de llorar – Sabía dónde me metía, solo no supe salir a tiempo, eso es todo…

Aquello duele.

- No. No es así. Vi… Yo... Déjame explicarme por favor. Nada está claro y eso es lo que necesito hablar contigo. Necesito que entiendas… - Hace una pausa – Por favor… hablemos… Sabes… yo… ya me mudé. Ya tengo apartamento nuevo… podemos ir allá y conversar…

Nía queda en silencio. No debería ir con él, no después de lo de Aisha, no después de su post de esta mañana. Siente mucha rabia en su interior.

- Me alegra que ya tengas tu apartamento. Realmente lo necesitabas, pero no creo que ir sea lo mejor.

- Por favor. No quiero tener esta conversación en mitad de la calle… Es… importante. Tú eres importante, Vi. Por favor… Te juro que, si después no me quieres volver a ver, no me encontrarás… me encargaré de ello, pero por favor… necesito que hablemos.

Nía continúa en silencio por uno o dos minutos: Jamás desde que lo conoce ha podido resistirse a aquellos ojos grises, ¿a quién trataba de engañar?, además, si Gian necesitaba sacar lo que sentía por Aisha, tenía que ser fuerte y escucharlo. Sería más fácil pasar página si finalmente lo escuchaba de su boca, y no a través de un teléfono.

- Está bien. Iré – dice, después de un suspiro, luchando para no arrepentirse de decirlo.

Cuando Gian escucha las palabras de Nía, su cuerpo pierde un poco de la tensión que ni siquiera se había percatado que tenía encima. Intenta no sonreír por el alivio que le causa que haya aceptado, pero no lo logra. En verdad pensaba que no podría convencerla:

- Gracias…

Ambos comienzan a caminar y Gian comenta:

- Estoy seguro que Beau se alegrará de verte…

Y aquellas palabras hacen que a Nía se le escape una ligera sonrisa sin poderlo evitar. Extraña a la bolita de pelo.

---------- Fin del capítulo 24 ----------

Como siempre, les recuerdo que mi historia está entrelazada con la historia de Nia, el personaje de @Y_randsims, así que aquí les dejo un link a su historia, y también les dejo su perfil de insta: @nia_violet_ para que le echen un vistazo e interactúen con ella.

De igual forma, si desean seguirme para enterarse de mi vida en primera mano e interactuar conmigo, pues acá mi cuenta: @bless.gian

Y aprovecho para decirles que mi persona, Gian Bless, es parte de un mundo estupendo al que hemos apodado #elSimverso , y aquí podrás tener enlace a todos los participantes de esta locura... vayan a descubrir las maravillosas historias de todos mis compis. El mundo de las tinieblas les espera... 😈

Gracias por leerme!!

- Bless...